¿Por qué está embotellada?

Quien despierta la Conciencia puede estudiar, durante las horas de sueño, todas las maravillas de los Mundos Superiores. Quien despierta la Conciencia vive en los Mundos Superiores como un ciudadano del Cosmos totalmente despierto. Entonces convive con los Grandes Hierofantes de la Logia Blanca.

Quien despierta la Conciencia ya no puede soñar aquí en este plano físico, ni tampoco en los Mundos Internos. Quien despierta la Conciencia deja de soñar.

Quien despierta la Conciencia se convierte en un investigador competente de los Mundos Superiores. Quien despierta la Conciencia es un Iluminado. Quien despierta la Conciencia puede estudiar a los pies del Maestro.

Quien despierta la Conciencia puede platicar familiarmente con los dioses que iniciaron la aurora de la Creación. Quien despierta la Conciencia puede recordar sus innumerables reencarnaciones. Quien despierta la Conciencia asiste conscientemente a sus propias Iniciaciones cósmicas. Quien despierta la Conciencia puede estudiar en los templos de la Gran Logia Blanca...

El Ego en la región molecular proyecta sus sueños y vive en ellos; no existe lógica alguna en sus sueños; continuidad, causas, efectos..., todas las funciones psíquicas trabajan sin dirección alguna, y aparecen y desaparecen imágenes subjetivas, escenas incoherentes, vagas, imprecisas, etc.

Cuando el Ego, envuelto en sus cuerpos lunares, regresa al cuerpo físico, viene entonces el segundo estado de Conciencia, llamado estado de VIGILIA, que en el fondo no es otra cosa que otra forma de sueño.

Al regresar el Ego a su cuerpo físico, los sueños continúan en el interior; el llamado ESTADO DE VIGILIA es realmente el SOÑAR DESPIERTO.

Al salir el sol, las estrellas se ocultan, pero no dejan de existir; así son los sueños en el estado de VIGILIA, ellos continúan secretamente, no dejan de existir.

Esto significa que el animal intelectual, equivocadamente llamado hombre, solo vive en el mundo de los sueños; con justa razón dijo el poeta que la vida es sueño.

El animal racional maneja coches soñando, trabaja en la oficina, en la fábrica, en el campo, etc., soñando, se enamora en sueños, se casa en sueños; rara, muy rara vez en la vida está despierto, vive en un mundo de sueños y cree firmemente que está despierto.

Los cuatro Evangelios exigen el DESPERTAR, pero desgraciadamente no dicen cómo despertar.

Ante todo es necesario comprender que se está dormido; solo cuando alguien se da cuenta cabal de que está dormido entra realmente en el camino del DESPERTAR.

Quien llega a DESPERTAR se hace entonces AUTOCONSCIENTE, adquiere CONCIENCIA de SÍ MISMO.

El error más grave de muchos pseudoesoteristas y pseudoocultistas ignorantes es el de presumir de AUTOCONSCIENTES y creer, además, que todo el mundo está despierto, que todas las gentes poseen AUTOCONCIENCIA.

Si todas las gentes tuvieran la CONCIENCIADESPIERTA, la Tierra sería un paraíso, no habría guerras, no existiría ni lo mío ni lo tuyo, todo sería de todos, viviríamos en una Edad de Oro.

Cuando uno DESPIERTA CONCIENCIA, cuando se hace AUTOCONSCIENTE, cuando adquiere CONCIENCIA DE SÍ MISMO, entonces es cuando realmente viene a conocer la verdad sobre sí mismo.

Antes de alcanzar el TERCER ESTADO de CONCIENCIA, (la Autoconciencia), uno realmente no se conoce a sí mismo, aun cuando crea que él mismo se conoce.

Es indispensable adquirir el TERCER ESTADO de CONCIENCIA, subir al tercer piso de la casa, antes de tener derecho a pasar al cuarto piso.

El CUARTO ESTADO de CONCIENCIA, el cuarto piso de la casa, es realmente formidable. Solo quien llega a la CONCIENCIA OBJETIVA, al cuarto estado, puede estudiar las cosas en sí mismas, el mundo tal cual es.

Quien llega al cuarto piso de la casa es, fuera de toda duda, un Iluminado, conoce por experiencia directa los Misterios de la Vida y de la Muerte, posee la sabiduría, su sentido espacial está plenamente desarrollado.

Durante el SUEÑO PROFUNDO podemos tener destellos del estado de VIGILIA. Durante el estado de VIGILIA podemos tener destellos de AUTOCONCIENCIA; durante el estado de AUTOCONCIENCIA podemos tener destellos de CONCIENCIA OBJETIVA.

Si queremos llegar al DESPERTAR DE LA CONCIENCIA, a la AUTOCONCIENCIA,
tenemos que trabajar con la Conciencia aquí y ahora. Es precisamente aquí, en este mundo físico, donde debemos trabajar para despertar Conciencia; quien despierta aquí despierta en todas partes, en todas las dimensiones del Universo.

Síntesis:Los cuatro estados de Conciencia son denominados también como sigue:
a) Eikasia. c) Dianoia. b) Pistis. d) Nous.

EIKASIA es ignorancia, crueldad humana, barbarie, sueño demasiado profundo, mundo instintivo y brutal, estado infrahumano.

PISTIS es el mundo de las opiniones y creencias. Pistis son hipótesis, prejuicios, sectarismos, fanatismos, teorías en las cuales no existe ningún género de percepción directa de la Verdad. Pistis es la Conciencia del nivel común de la humanidad.

 

DIANOIA es revisión intelectual de creencias, análisis, sintetismo conceptual, Conciencia cultural-intelectual, pensamiento científico, etc. El pensamiento dianoético estudia los fenómenos y establece leyes. El pensamiento dianoético estudia los sistemas inductivo y deductivo con el propósito de utilizarlos en forma profunda y clara.

NOUS es perfecta Conciencia despierta. Nous es el estado de “Turiya”, la perfecta iluminación interior profunda. Nous es legítima clarividencia objetiva. Nous es intuición. Nous es el mundo de los arquetipos divinales.

El pensamiento noético es sintético, claro, objetivo, iluminado.

Nous implica la ausencia total del Ego, del Yo, del Mí mismo. Quien alcanza las alturas del pensamiento noético despierta la Conciencia totalmente y se convierte en un Turiya.
La parte más baja del hombre es racional y subjetiva, y se relaciona con los cinco sentidos ordinarios.

La parte más alta del hombre es el mundo de la intuición y de la Conciencia objetiva espiritual. En el mundo de la intuición se desarrollan los arquetipos de todas las cosas de la Naturaleza.

Solo aquellos que han penetrado en el mundo de la intuición objetiva, solo quienes han alcanzado las alturas solemnes del pensamiento noético, están verdaderamente despiertos e iluminados.